Habría que apartarse de esa quilla que rompe el asfalto como un abrelatas, aparcar ahí ni por asomo, aunque no estuviera esa señal que casi parece mascarón de proa. Pero veo el amarre por estribor, de lo que deduzco que ha llegado a puerto. Me quedo más tranquilo.
Me encanta esa esquina. Un placer entrar en tu blog. Volveré!
ResponderEliminarUn abrazo
Habría que apartarse de esa quilla que rompe el asfalto como un abrelatas, aparcar ahí ni por asomo, aunque no estuviera esa señal que casi parece mascarón de proa. Pero veo el amarre por estribor, de lo que deduzco que ha llegado a puerto. Me quedo más tranquilo.
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