Manejar los tránsitos, qué arte tan difícil. En este país nos las damos de ejemplares en cuanto a la transición se refiere. Pero a la hora de la verdad, no queremos graduarnos ni la vista. En tu foto no solo hay grados de luminosidad sino también de dorados y azules en esa hora mágica en la que nada es ni una cosa ni la otra. Esa línea finísima al fondo, que es la orilla, nos atrapa.
Excelente luz y una degradación fantástica.
ResponderEliminarUn abrazo y cuidate
Que buena, me encanta. Horizontes amontonados... sosiego al contemplarla. Besos.
ResponderEliminarManejar los tránsitos, qué arte tan difícil. En este país nos las damos de ejemplares en cuanto a la transición se refiere. Pero a la hora de la verdad, no queremos graduarnos ni la vista. En tu foto no solo hay grados de luminosidad sino también de dorados y azules en esa hora mágica en la que nada es ni una cosa ni la otra. Esa línea finísima al fondo, que es la orilla, nos atrapa.
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